¿Afecta el sombreo en campo a la conservación en frío de las mandarinas?

El uso de mallas de sombreo en plantaciones de cítricos se ha generalizado en muchas zonas productoras para proteger los árboles frente a golpes de calor, viento y daños por radiación. Esta práctica agronómica plantea una cuestión clave para almacenes y exportadores: ¿puede el sombreo en campo alterar la capacidad de la fruta para soportar largos periodos de conservación en frío y vida comercial a temperatura ambiente?

Un estudio reciente publicado en la revista científica Horticulturae aborda esta pregunta tomando como caso de estudio la mandarina ‘Nadorcott’, una de las variedades de soft citrus con mayor presencia en los programas de exportación. Los resultados indican que, en las condiciones ensayadas, el uso de malla de sombreo en campo no modificó el comportamiento poscosecha de la fruta durante el almacenamiento en frío, lo que aporta información relevante para zonas donde se combinan mallas y cadenas de frío prolongadas.

Un ensayo con condiciones próximas a la realidad comercial

El trabajo se llevó a cabo en un huerto comercial de ‘Nadorcott’ en Citrusdal (Western Cape, Sudáfrica), comparando dos manejos: árboles cultivados bajo malla de sombreo blanca del 20% y árboles sin malla. La fruta se recolectó durante dos campañas consecutivas, lo que permitió comprobar si el comportamiento se mantenía entre años con condiciones climáticas diferentes.

Tras la cosecha, los frutos se sometieron a almacenamiento en frío a 4 °C o a −0,6 °C durante 14, 27 y 34 días, seguido de un periodo de 7 días de simulación de vida comercial a 20 °C. La fruta también se analizó en el momento de la recolección, estableciendo así un punto de referencia claro antes de la entrada en cámara.

Parámetros de calidad seguidos en cámara y vida comercial

Para evaluar el posible efecto del sombreo sobre la conservación en frío, los investigadores realizaron un seguimiento de parámetros internos y externos relacionados directamente con la calidad comercial de las mandarinas:

• Color de la corteza y de la pulpa.

• Contenido de carotenoides en la piel.

• Sólidos solubles (SSC), ácido cítrico y relación SSC/ácidos.

• Pérdida de peso durante el almacenamiento.

• Aparición de alteraciones fisiológicas de la corteza, en particular el manchado o “staining”, que puede afectar a la aceptación visual de la fruta.

Este seguimiento se realizó tanto durante la conservación en frío como tras los días de vida comercial, con el objetivo de reproducir la situación de fruta destinada a exportación.

El sombreo no alteró el comportamiento poscosecha

Los resultados mostraron que no se detectaron diferencias significativas entre la fruta procedente de árboles con malla de sombreo y la procedente de árboles sin malla en ninguno de los parámetros poscosecha evaluados. En concreto, el sombreo previo en campo no modificó:

• La evolución del color de la corteza y de la pulpa durante el almacenamiento en frío y la vida comercial.

• Los niveles de carotenoides en la piel.

• Los valores y la evolución de los ºBrix, del ácido cítrico ni de la relación azúcares/ácidos.

• El porcentaje de pérdida de peso.

• La incidencia y severidad del “staining” en la superficie de la fruta.

En una de las campañas, las alteraciones de piel tipo “staining” sólo aparecieron tras los 34 días de almacenamiento en frío, tanto a 4 °C como a −0,6 °C, y sin diferencias entre los tratamientos con y sin malla.

El peso de la duración del almacenamiento y de la campaña

El estudio sí puso de manifiesto un efecto claro de la duración del almacenamiento sobre algunos parámetros de calidad, como el incremento de la pérdida de peso y ciertos cambios en el contenido de carotenoides a medida que se alargaba la estancia en cámara, independientemente del uso de malla de sombreo.

También se observaron diferencias entre campañas en algunos resultados, lo que los autores relacionan con las condiciones específicas de cada temporada y con la condición de la fruta en el momento de la cosecha.

Para los responsables de poscosecha, estos datos refuerzan la importancia de factores como la fecha de recolección, el estado sanitario y el manejo previo al almacenamiento, que pueden influir de forma notable en la respuesta de las mandarinas durante la conservación en frío, más allá de la presencia o ausencia de malla de sombreo en el huerto.

Implicaciones para zonas productoras que combinan sombreo y largas conservaciones

[Inferencia] A partir de los resultados de este ensayo, los autores concluyen que la implantación de malla de sombreo blanca del 20% en plantaciones de ‘Nadorcott’ no compromete el potencial de conservación en frío a 4 °C ni bajo condiciones de frío más intenso utilizadas para desinsectación (−0,6 °C), al menos en las condiciones de cultivo y manejo estudiadas.

[Inferencia] Este mensaje es de interés para zonas productoras donde el sombreo se utiliza para proteger la fruta en campo y, al mismo tiempo, se trabaja con cadenas de frío largas orientadas a mercados lejanos. La gestión de la duración del almacenamiento, el control de la pérdida de peso y la vigilancia de posibles alteraciones de la corteza siguen siendo puntos críticos, pero el sombreo en sí mismo no aparece como un factor limitante de la calidad poscosecha en esta variedad.

[Inferencia] Los autores apuntan que sería útil ampliar este tipo de estudios a otras especies y variedades de cítricos, ya que no puede asumirse de forma automática que todas respondan igual al uso de mallas de sombreo cuando se someten después a almacenamientos prolongados.

Fuente

Niemann, J., Hoffman, E. W., Zacarías, L., Kidd, M., & Cronjé, P. J. R. (2024). Postharvest Cold-Storage Behaviour of ‘Nadorcott’ Mandarin Fruit Remains Unaffected by Preharvest Shade Netting. Horticulturae, 10(8), 782. https://doi.org/10.3390/horticulturae10080782