Gestión del etileno para prolongar la vida útil de la fruta de hueso

Las frutas de hueso como nectarinas, melocotones y ciruelas destacan por su sabor, aroma y atractivo visual. Sin embargo, presentan una elevada perecibilidad tras la recolección, ya que son especialmente sensibles al etileno y tienden a ablandarse y deteriorarse rápidamente si no se controlan adecuadamente las condiciones poscosecha.

La elevada sensibilidad al etileno de la fruta de hueso obliga a aplicar soluciones poscosecha que permitan ralentizar la maduración y mantener la calidad a lo largo de la cadena comercial. En este contexto, herramientas como las láminas de RYPEN se utilizan para gestionar el etileno durante el envasado y contribuir a la conservación del producto.

Gestión del etileno durante el envasado

La lámina RYPEN Shrivel actúa capturando y regulando el etileno dentro del envase, contribuyendo a ralentizar el proceso de maduración. Este control permite mantener durante más tiempo parámetros como la firmeza, el color y las características organolépticas, especialmente relevantes en frutas de hueso, cuya evolución poscosecha es rápida si el etileno no se gestiona de forma adecuada.

La solución está diseñada para integrarse en los formatos de envasado habituales, colocándose como una lámina superior dentro de la caja o el envase, sin necesidad de modificar los procesos de confección existentes.

Aplicación en fruta de hueso a granel

En el caso de fruta de hueso en formatos a granel, el producto se envasa de forma suelta o en bandejas, incorporando posteriormente la lámina RYPEN Shrivel en la parte superior del envase. Además del control del etileno, esta lámina contribuye a limitar la pérdida de humedad, un factor determinante en la conservación de este tipo de fruta durante el almacenamiento y el transporte.

Este sistema permite una protección homogénea del contenido del envase, ayudando a mantener una calidad más uniforme entre las piezas.

Mejora de la calidad a destino

La combinación de una maduración más lenta y una menor deshidratación favorece que las frutas de hueso lleguen a su destino en mejores condiciones, manteniendo su firmeza y frescura durante más tiempo. De este modo, se contribuye a la reducción del desperdicio alimentario y a la optimización de la calidad final del producto disponible para el consumidor.