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Nuevas recomendaciones para la conservación poscosecha de la lechuga romana

La revisión técnica del Postharvest Research and Extension Center reúne los últimos datos sobre fisiología, almacenamiento y calidad del producto

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17 Octubre, 2025
Investigación

Redaccion

El manejo poscosecha de la lechuga romana (Lactuca sativa) continúa siendo objeto de estudio debido a su elevada sensibilidad a los factores ambientales y su importancia en la industria de vegetales frescos y de cuarta gama. Una reciente actualización del Postharvest Research and Extension Center (PREC) de la Universidad de California, Davis, reúne los resultados más actuales sobre calidad, fisiología y conservación de esta hortaliza, ofreciendo nuevas orientaciones para optimizar su vida útil y minimizar los daños durante el almacenamiento y transporte.

 

Condiciones óptimas de almacenamiento y vida útil

El informe señala que la conservación de la lechuga romana debe realizarse a 0 °C y con una humedad relativa superior al 95 %, condiciones que permiten mantener una vida útil de aproximadamente 21 días. A 5 °C, el periodo se reduce a unas dos semanas, siempre que no haya presencia de etileno en el ambiente.

El equipo técnico recomienda la utilización de sistemas de enfriamiento rápido como vacuum cooling, hydro-vacuum cooling o hydrocooling, más eficaces que el enfriamiento por aire forzado, que puede ocasionar mayores pérdidas de humedad. La elección del método de refrigeración y la rapidez del proceso son determinantes para conservar la textura crujiente y la apariencia del producto.

Escala de calidad (1-4) para lechuga romana 

 

Sensibilidad al etileno y control atmosférico

La lechuga romana presenta una alta sensibilidad al etileno, incluso a concentraciones tan bajas como 1 ppm. La exposición a este gas provoca amarilleo y manchas marrones en los nervios, además de favorecer el desarrollo de alteraciones fisiológicas y enfermedades.

El documento recomienda el uso de atmósferas controladas con bajo oxígeno (1–3 %) y temperaturas entre 0 y 5 °C, capaces de reducir la respiración y los efectos del etileno. No obstante, concentraciones de CO₂ superiores al 5 % pueden inducir el denominado brown stain, caracterizado por manchas pardas en los nervios centrales.

En el caso de la lechuga cortada, el envasado en atmósferas con bajo O₂ (<1 %) y alto CO₂ (7–10 %) se utiliza para limitar el pardeamiento en las superficies de corte, aunque su tolerancia al CO₂ es menor que la de la lechuga iceberg.

 

Desórdenes fisiológicos y medidas preventivas

El equipo encabezado por Marita Cantwell (UC Davis) identifica varios desórdenes poscosecha que afectan a la calidad comercial de la lechuga romana:

  • Russet spotting o manchas marrones inducidas por etileno.

  • Tipburn, vinculado a factores de campo y a la nutrición mineral.

  • Brown stain, causado por exceso de dióxido de carbono.

  • Pink rib, relacionado con cabezas sobremaduras o almacenadas a temperaturas elevadas.

  • Daños mecánicos y marchitez por pérdida de agua o manipulación inadecuada.

Para reducir estos daños, se recomienda minimizar el tiempo entre la recolección y el enfriamiento, mantener temperaturas por debajo de 2,5 °C y evitar la exposición a atmósferas con etileno o CO₂ elevado.

Lechuga romana con decoloración debida a daño mecánico.

 

Fisiología respiratoria y metabolismo

Los estudios recopilados por UC Davis muestran que la tasa de respiración de la lechuga romana oscila entre 4 y 6 ml CO₂/kg·h a 0 °C, aumentando hasta 45–65 ml CO₂/kg·h a 25 °C. Las hojas más jóvenes presentan una respiración más activa y, en consecuencia, una menor estabilidad poscosecha.

Aunque la producción de etileno es baja (0,1–1 μL/kg·h), el daño mecánico o el corte de los tejidos incrementan significativamente su emisión, acelerando el pardeamiento. La mayor susceptibilidad de la lechuga romana respecto a la iceberg se atribuye a su mayor contenido de compuestos fenólicos.

 

Investigación sobre iluminación LED e hidroponía

El informe también destaca las investigaciones en curso sobre el efecto de la iluminación LED roja y azul en la calidad de las lechugas cultivadas en sistemas hidropónicos. Los resultados obtenidos por la Jiangsu Academy of Agricultural Sciences (China) y UC Davis muestran que la intensidad y el espectro de la luz influyen directamente en el color, el contenido de pigmentos (clorofilas y carotenoides) y la vida útil durante el almacenamiento.

Estas observaciones abren nuevas perspectivas para la producción controlada y sostenible de lechuga romana, orientadas a mejorar la calidad final y reducir pérdidas en la cadena de suministro.

 

Principales enfermedades poscosecha

El documento identifica varios agentes patógenos que afectan al producto durante el almacenamiento:

  • Podredumbre blanda bacteriana (Erwinia spp.), que genera lesiones acuosas y olor desagradable.

  • Mancha bacteriana (Pseudomonas spp.), con lesiones secas y oscuras.

  • Podredumbre fúngica causada por Sclerotinia o Botrytis cinerea, distinguibles por la presencia de esporas.

Las estrategias más eficaces para su control incluyen el recorte de hojas externas, el enfriamiento rápido tras la cosecha y el mantenimiento de una temperatura estable próxima a 0 °C.

 

Fuente

Cantwell, M., Li, P., Zhang, Y., Hu, H., Liu, X., Kulchin, N., & Donis-González, I. R. (September 2025). Lettuce (Romaine and Loose-Leaf) Produce Fact Sheet. Postharvest Research and Extension Center, University of California, Davis. Available at: https://postharvest.ucdavis.edu (Accessed October 2025).

 

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