La 2,4-epibrasinolida (EBR) se utiliza ampliamente en investigación y se ha demostrado que tiene un gran potencial para preservar la calidad de frutas y hortalizas durante el almacenamiento poscosecha.
Aunque la investigación es extensa y prometedora, no siempre se traduce directamente en un uso comercial masivo y generalizado, ya que la adopción de nuevas tecnologías en la industria agrícola puede variar. Sin embargo, los estudios indican su seguridad y eficacia, lo que la hace un candidato atractivo para futuras aplicaciones comerciales.
Algunos de los beneficios de la 2,4-epibrasinolida en poscosecha incluyen:
En resumen, la 2,4-epibrasinolida es un brasinoesteroide (una hormona vegetal) con un gran potencial en la postcosecha de frutas y hortalizas, y su uso está siendo explorado y aplicado en diversos contextos para prolongar la vida útil y mantener la calidad de los productos.