VDH Products desarrolla los equipos más avanzados para la maduración de frutas tropicales. El sistema Proba 5 es comparable a la cocina de un restaurante con estrella Michelin: la tecnología es de primera.
Jacco Smid, Gerente de Ventas de VDH Products, explica:
“Nosotros entregamos la cocina, pero no al chef. Somos especialistas en tecnología de medición y control, pero sabemos menos sobre la maduración de frutas tropicales”.
VDH tiene como objetivo ir más allá de simplemente suministrar tecnología.
Smid declara:
“Queremos ser un socio de conocimiento para las instalaciones de maduración de frutas en todo el mundo. Por eso colaboramos con el gurú de las frutas tropicales, Frits Popma, de Popma Fruit Expertise”.
El propio Frits Popma prefiere restar importancia al término "gurú", pero ha brindado asesoramiento y capacitación en instalaciones de maduración en 55 países de todo el mundo, incluido un nuevo proyecto en Siberia, que difícilmente es un lugar tropical.
Además, Frits ha obtenido valiosos conocimientos sobre el cultivo de frutas tropicales a través de varios meses que pasó en Honduras. Con su vasta experiencia y conocimientos, aporta una valiosa pericia a las instalaciones de maduración que buscan una mejor calidad y mayor eficiencia.
Jacco Smid y Frits Popma se cruzaron por primera vez hace años, lejos de casa, en un país distante. Por casualidad, se encontraron visitando las mismas instalaciones de maduración.
Jacco recuerda:
“Hubo una conexión inmediata. Compartíamos puntos de vista similares en muchos aspectos de la maduración de frutas, lo que rápidamente resultó en una fuerte colaboración”.
Desde entonces, han realizado numerosas sesiones de capacitación juntos, dando la bienvenida a usuarios de Proba de todo el mundo.
Jacco añade:
“Siempre es gratificante escuchar lo positivos que son los participantes sobre la capacitación. Salen con valiosos conocimientos que les ayudan a aprovechar al máximo la tecnología y a mejorar sus procesos”.
Aunque modesto acerca de su reputación, Frits entiende por qué es un asesor tan solicitado.
Smid declara:
“Tengo conocimiento de toda la cadena, lo que no mucha gente tiene. Por un lado, están los que entienden de cultivo y cosecha en países tropicales; ellos saben mucho más de eso que yo. Por otro lado, hay maduradores calificados que nunca han estado en los trópicos y son menos conscientes de cómo las condiciones climáticas afectan la calidad de los plátanos. La lluvia o la sequía antes y durante la cosecha hacen una gran diferencia. Un buen programa de maduración tiene esto en cuenta. La maduración en realidad comienza en los trópicos”.
El arte de la maduración de frutas se considera un desafío. No se puede aprender en la escuela, sino solo a través de la práctica, como explica Frits. Se requiere al menos un año para obtener el conocimiento y la experiencia necesarios.
El principal desafío radica en asegurar que se entregue fruta de primera calidad a los supermercados todos los días, de acuerdo con criterios como el sabor, el color y la vida útil, todo ello mientras se desconoce el número exacto de plátanos pedidos. Como resultado, cada día es diferente.
A menudo se dice que el plátano dicta el proceso, no al revés. Se deben utilizar los sentidos (vista, tacto, olfato y gusto), y lo que se percibe se traduce luego en instrucciones para el sistema de control. Solo esta secuencia se considera la correcta.
Claro y simple: una buena maduración comienza con la comprensión de lo que la fruta necesita. Luego, entra en juego la tecnología del sistema de control.
Frits declara:
“El Proba 5 tiene muchas capacidades, pero aún no se están utilizando completamente. Por eso la capacitación es esencial. Hemos desarrollado un programa de dos días para enseñar a los maduradores cómo aprovechar al máximo esta tecnología”.
El primer día de capacitación se centra en las características del controlador Proba 5. Los participantes aprenden todo sobre el manejo de la temperatura, la humedad, la gasificación, la presión y la ventilación.
El segundo día está dedicado a escribir un programa de maduración. Los participantes descubren cómo los cambios en el programa impactan en la calidad del plátano.
Como concluye Frits:
“No queremos capacitar a 'pintores de plátanos', que se apresuran a cambiar los plátanos de verde a amarillo. En cambio, nuestro objetivo es formar especialistas que garanticen el mejor sabor, color y vida útil”.