Durante la Demo Week organizada por TOMRA Food en sus instalaciones de Massanassa (Valencia), la compañía mostró en directo el funcionamiento de su nueva clasificadora óptica TOMRA 4C, diseñada para el procesado de frutos secos y productos IQF. La jornada permitió observar la aplicación del equipo en almendra, analizando su comportamiento en una prueba práctica y los resultados obtenidos en la separación de producto, defectos y cuerpos extraños.
La sesión estuvo dirigida por Ender Elmas, Presales Engineer de TOMRA Food, quien explicó el funcionamiento del equipo antes de iniciar la demostración. Se preparó un lote de 5 kg de almendra al que se añadieron plásticos, piedras, ramitas, cáscaras, trozos de cáscara y pieles de almendra, simulando la presencia de contaminantes habituales en las líneas de procesado. Con la mezcla lista, el producto se introdujo en la clasificadora y la máquina realizó la separación en una única pasada.
Lotes preparados para la prueba: almendra y diferentes cuerpos extraños utilizados en la demostración
Durante la demostración, Elmas mostró cómo la zona de detección multicanal, equipada con cámaras RGBi y SWIR, analiza cada producto en caída libre. Las cámaras registran el color y la composición del material, y el software determina si es aceptado o expulsado. La decisión se ejecuta mediante toberas de aire que actúan en milisegundos, asegurando que el producto bueno siga su curso mientras los defectos son retirados.

Resultado tras la pasada por la TOMRA 4C: producto aceptado y expulsados separados
Tras la pasada, se realizó un recuento del material expulsado para calcular el falso rechazo, la cantidad de almendra buena que se separó junto a los defectos. El resultado fue de 16,3 gramos sobre 5 kg, equivalente a un 0,33%, un valor muy bajo y coherente con las cifras de rendimiento comunicadas por la compañía para frutos secos, con precisiones superiores al 97% y falsos rechazos por debajo del 1%.

Falso rechazo registrado tras la prueba: 16,3 g sobre 5 kg de almendra (0,33%)
La TOMRA 4C combina machine learning tradicional con el sistema LUCAi™ de inteligencia artificial, desarrollado por TOMRA para mejorar la detección de defectos complejos y aumentar la estabilidad del proceso. Esta combinación de algoritmos permite al equipo aprender de miles de imágenes y adaptarse a diferentes materias primas, lo que facilita un control más fino de los parámetros y un rendimiento uniforme incluso cuando varía la calidad del producto. Gracias a ello, el operador puede trabajar con una configuración optimizada que reduce la dependencia de la experiencia previa y acorta los tiempos de ajuste.
El diseño del equipo también responde a criterios de eficiencia operativa y mantenimiento higiénico. Su estructura está pensada sin ángulos rectos, lo que evita acumulaciones de polvo o restos de producto y simplifica las tareas de limpieza. Las puertas amplias y el acceso a las zonas de inspección facilitan el mantenimiento, mientras que la calibración puede realizarse en pocos minutos. El conjunto está pensado para integrarse fácilmente en líneas nuevas o existentes, con distintas opciones de ancho y configuración según las necesidades del cliente.
La demostración en Valencia confirmó el comportamiento estable de la TOMRA 4C en la clasificación de almendra, manteniendo un flujo limpio y continuo con una pérdida mínima de producto comercializable. Los asistentes pudieron comprobar cómo la separación de cuerpos extraños y defectos se realiza de forma precisa incluso en situaciones de mezcla compleja, sin necesidad de repetir el proceso. El resultado de un 0,33% de falso rechazo demuestra que, con una receta bien ajustada, es posible obtener una alta pureza del producto final manteniendo al mismo tiempo un aprovechamiento máximo del rendimiento.
Además de la precisión, la máquina destaca por su versatilidad. Puede colocarse en distintos puntos de la línea, ya sea como etapa de preselección o como control final, y permite ajustar el nivel de “agresividad” de la clasificación en función de los estándares del cliente. Esta flexibilidad, junto con su diseño compacto y de fácil mantenimiento, la convierte en una herramienta útil para procesadores que buscan optimizar la eficiencia y reducir las mermas. Con ensayos a gran escala en diferentes plantas, la TOMRA 4C se posiciona como una solución fiable y duradera para la industria de los frutos secos.