En el entorno alimentario actual, la presión se duplica para quienes gestionan producción: no solo deben erradicar plagas, sino también garantizar el cumplimiento de límites legales cada vez más severos en residuos de plaguicidas (ver Reglamento (CE) n.º 396/2005).
Mientras tanto, Europa impulsa el uso de métodos que sustituyan los químicos convencionales en el control de plagas (Directiva 2009/128/CE), abriendo paso a sistemas que actúan sin dejar residuos ni gases tóxicos.
Ahora, gracias a esta nueva generación de tecnología que ofrece Marvil, es posible cumplir con la normativa, elevar los estándares de higiene, recortar los costes vinculados a licencias o insecticidas tradicionales, y defender la reputación de marca y producto.
La compañía italiana ha puesto en marcha una propuesta audaz: un sistema que emplea atmósferas de nitrógeno puro para erradicar plagas por asfixia, sin recurrir a productos químicos ni gases tóxicos.
El nitrógeno se genera directamente en la instalación —in situ— y se introduce en silos o cámaras de tratamiento, reduciendo el oxígeno a niveles inferiores al 1 %, y creando así un entorno implacable para los organismos vivos. Además de su eficacia, este método tiene otro valor esencial: no deja residuos en los productos tratados.
Las empresas que adoptan esta tecnología obtienen ventajas tangibles:
El proceso se articula en varias fases:
Marvil brinda una solución ecológica, innovadora y con múltiples aplicaciones en sectores tan variados como el alimentario, hortofrutícola, industrial o la conservación de bienes. Su apuesta por la producción in situ de gases y la automatización robusta del proceso la convierten en un socio de confianza para empresas que buscan innovación, cumplimiento normativo y eficiencia operativa.