El mango (Mangifera indica L. familia Anacardiaceae) es una fruta tropical apreciada por su sabor y por su contenido nutricional, incluyendo diversos compuestos bioactivos.
Es muy propenso al deterioro y susceptible a enfermedades poscosecha causadas por diversos hongos patógenos, lo que resulta en una pérdida aproximada del 30 al 60 % de la producción anual mundial.
Las especies de Colletotrichum son ampliamente reconocidas como agentes comunes que contribuyen al deterioro del mango. La antracnosis, causada por el hongo hemibiotrófico* C. gloeosporioides, se considera la enfermedad poscosecha predominante que afecta al mango.
Actualmente, el uso de fungicidas sintéticos es ampliamente utilizado para el manejo de esta enfermedad, sin embargo, la aplicación prolongada de estas sustancias puede provocar la aparición de cepas resistentes, causar contaminación ambiental y generar riesgos para la salud humana. Por lo tanto, es importante explorar estrategias alternativas eficaces y seguras para controlar la antracnosis del mango.
Los metabolitos secundarios son extremadamente relevantes para el desarrollo, la adaptación al estrés y la defensa contra infecciones patógenas en las plantas. Los compuestos fenólicos representan una categoría importante y cumplen diversas funciones como antioxidantes y antimicrobianas.
Estudios recientes han demostrado que varios polifenoles vegetales naturales, como el magnolol, el honokiol, el ácido clorogénico y el isotiocianato de bencilo, controlan eficazmente las enfermedades poscosecha. Estos compuestos logran este efecto suprimiendo directamente el crecimiento micelial de diversos patógenos o induciendo la respuesta de defensa de los huéspedes.
Polifenoles de la manzana son obtenidos de su cáscara, y se componen principalmente de proantocianidinas, flavonoles, dihidrochalconas y otros ácidos fenólicos. Son reconocidos como antioxidantes naturales y se han empleado ampliamente como aditivo alimentario en la industria alimentaria.
Además, estos compuestos tienen actividades farmacológicas como importantes efectos antiinflamatorios, anticancerígenos, anticardiovasculares y antihipertensivos, por lo que ofrecen diversos beneficios para la salud.
La aplicación exógena de los polifenoles de la manzana se ha investigado por su potencial para prolongar la vida útil de las frutas cosechadas al influir positivamente en sus características fisiológicas, como se ha reportado en lichis, pomelos y pitayas rojas recién cortadas. Un estudio reciente ha demostrado que los polifenoles de la manzana inhiben eficazmente la plaga vellosa del lichi, desencadenada por Peronophythora litchi, en frutos poscosecha, los cuales participan tanto en la actividad antimicrobiana directa como en la resistencia del fruto inducida por estos compuestos.
Una investigación actual analizó la actividad antifúngica de los polifenoles de la manzana en C. gloeosporioides mediante ensayos in vitro e in vivo, basados en la observación fenotípica y análisis fisiológicos y transcriptómicos.
Los resultados demostraron que los polifenoles de la manzana inhiben significativamente el crecimiento micelial y la germinación de conidios, además de alterar la morfología tanto micelial como de los conidios de C. gloeosporioides.
Ensayos in vivo mostraron que estos compuestos mitigan sustancialmente la enfermedad natural en la fruta de mango durante el almacenamiento, mientras que retrasa la expansión de las lesiones causadas por la antracnosis después de la inoculación con C. gloeosporioides.
Además, los polifenoles de la manzana aumentan los niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS), alteran la integridad de las membranas plasmáticas e inducen la formación de autofagosomas en el micelio de C. gloeosporioides.
El análisis transcriptómico reveló que los polifenoles de la manzana disminuyen la expresión de genes involucrados en las vías del peroxisoma**, mientras que aumentan la expresión de genes relacionados con la autofagia de C. gloeosporioides.
Estos hallados sientan las bases teóricas para el posible uso de los polifenoles de la manzana en el control de la antracnosis de mangos y sugieren que son un posible agente conservante para retrasar la senescencia y controlar enfermedades en productos poscosecha.
* Un patógeno hemibiotrófico es un tipo de organismo, generalmente un hongo, que inicia una infección como patógeno biotrófico, alimentándose de tejido vegetal vivo, pero luego adopta un estilo de vida necrotrófico, alimentándose del tejido vegetal muerto que ha generado. Esta dualidad permite al hemibiotrófico establecer la infección con éxito y luego aprovechar el daño que causa, lo que provoca síntomas complejos en las plantas.
** Los peroxisomas son orgánulos presentes en la mayoría de las células eucariotas, rodeados por una sola membrana, que contienen un conjunto de enzimas especializadas. Sus funciones en las plantas incluyen la β-oxidación de ácidos grasos, el ciclo del glioxilato y la fotorrespiración, además de la desintoxicación, en que el peróxido de hidrógeno formado es descompuesto por la enzima catalasa para prevenir el daño celular.
Han, Z.; Gong, D.; Xiang, Y.; Liu, J.; Yang, H.; Tan, Y.; Guan, H.; Wu, S.; Pan, Y.; Zhang, Z. (2025).
Apple polyphenols inhibit the growth, development and pathogenicity of Colletotrichum gloeosporioides by regulating the peroxisome and autophagy pathways
Postharvest Biology and Technology, 230:113790.
Imagen
https://prod.senasica.gob.mx/ALERTAS/inicio/pages/single.php?noticia=15356 Acceso el 29/08/2025.