El pasado jueves 11 de septiembre de 2025, en el marco de la IV Jornada Poscosecha de Cítricos, el sector se dio cita para analizar los desafíos de una campaña marcada por la volatilidad climática. La ponencia de D. Santiago Torres, de la empresa Deterra, fue una de las más esperadas. Con una visión eminentemente práctica, el ponente desglosó los retos y las problemáticas que obligaron a la industria a pasar de la reacción a una gestión estratégica y coordinada, demostrando la resiliencia del sector.
El ponente inició su exposición detallando los problemas que comenzaron en el campo. La campaña 2024/2025 se vio afectada por una serie de factores climáticos extremos que condicionaron la calidad de la fruta. Las variedades tempranas, en particular, sufrieron el impacto de la Ceratitis capitata (mosca de la fruta). La presión de esta plaga obligó a reforzar los tratamientos y la vigilancia en las fincas.
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Por otra parte, las variedades tardías, como la Nadorcott, se encontraron con un severo estrés hídrico que afectó directamente su desarrollo y sanidad. El ponente, D. Santiago Torres, puso especial énfasis en que la gestión preventiva y la coordinación en campo fueron los pilares para mitigar los daños antes de que la fruta llegara al almacén.
La principal lección de la campaña, según Torres, se extrajo en las centrales de envasado. La variabilidad en la calidad de la fruta exigió una clasificación exhaustiva y una toma de decisiones ágil y precisa. Se activaron y reforzaron los puntos de tría para separar de forma rigurosa las partidas afectadas. Además, se adaptó la velocidad de las líneas para permitir una selección manual más minuciosa.
El ponente resaltó que la clave para la gestión poscosecha fue la implementación de un tratamiento fungicida de choque diferenciado según el estado de cada lote. Esta acción no solo buscaba controlar las pudriciones, sino también maximizar la vida comercial de la fruta. A ello se sumó la importancia de tener bien implantado un protocolo de higiene total en las plantas citrícolas.
En palabras del propio Santiago Torres, de la empresa Deterra:
"Se intensificó la limpieza y desinfección de cámaras vacías y se reforzó el lavado de los envases de recolección para evitar la contaminación cruzada entre partidas".
D. Santiago Torres concluyó su ponencia con una idea central que encapsula el aprendizaje de la campaña:
"Los eventos climáticos extremos nos obligan a tomar medidas extraordinarias. El futuro, es la anticipación."
La lección más importante, según el ponente, no es evitar los problemas, sino saber cómo gestionarlos de manera informada y coordinada. La campaña 2024/25 demostró el valor del dato como activo estratégico y la necesidad de una cultura de toma de decisiones colaborativas y ágiles en toda la cadena de valor.
Deterra es un grupo empresarial con una fuerte tradición en cítricos, especializado en la producción y distribución de fruta fresca. Con base en Valencia y una amplia presencia de más de 3.000 hectáreas de producción en la Comunidad Valenciana, Huelva, Tarragona, Sevilla y Murcia, la compañía se ha posicionado como un actor clave en la cadena agroalimentaria. Su modelo de negocio se basa en el control de todo el ciclo de producción, desde el campo hasta la comercialización, lo que les permite implementar estrategias de gestión como las presentadas en la jornada.