Sí, el dióxido de cloro está permitido como desinfectante en el agua de lavado de frutas y hortalizas en la Unión Europea. Sin embargo, su uso está regulado estrictamente y no se considera un aditivo alimentario.
El dióxido de cloro se utiliza como coadyuvante tecnológico, lo que significa que ayuda en el proceso de producción sin estar presente en el producto final.
El uso de dióxido de cloro en la industria alimentaria está regulado bajo la normativa de biocidas de la UE (BPR), emitida por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA). Se clasifica dentro de los siguientes tipos de productos (TPs):
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha evaluado los riesgos asociados a la presencia de clorato, un subproducto de la degradación del dióxido de cloro. Como resultado, la Comisión Europea ha establecido Límites Máximos de Residuos (LMR) temporales para el clorato en diversos productos alimenticios, incluyendo frutas y hortalizas.
Para cumplir con la normativa, las empresas deben asegurarse de que el uso de dióxido de cloro no resulte en residuos de clorato por encima de los límites establecidos.
Esto implica controlar rigurosamente la concentración del desinfectante y el tiempo de contacto, así como realizar un aclarado posterior con agua potable para eliminar cualquier residuo.
El monitoreo constante de los niveles de clorato en el agua de lavado y en los productos finales es crucial para garantizar la seguridad alimentaria y el cumplimiento de las regulaciones.