Las enfermedades causadas por hongos fitopatógenos son la principal causa de pérdidas poscosecha. Actualmente, los fungicidas sintéticos tradicionales siguen siendo el método principal para controlarlas, pero el uso excesivo y repetido de estos productos ha generado una serie de consecuencias adversas, como la contaminación ambiental, riesgos para la salud humana y la aparición de cepas resistentes a los fungicidas.
Es necesario explorar métodos alternativos, seguros y eficaces para el manejo de las enfermedades poscosecha.
Los aceites esenciales, como metabolitos secundarios de las plantas, se han perfilado como candidatos fungicidas prometedores debido a sus características volátiles, así como a su amplio espectro antimicrobiano, para controlar el deterioro de las frutas después de la cosecha.
El nerolidol, un alcohol sesquiterpénico natural presente en los aceites esenciales de diversas plantas, exhibe notables bioactividades, incluyendo propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas y antiparasitarias.

Estructura química del nerolidol
En las últimas décadas, se ha utilizado ampliamente en las industrias farmacéutica, alimentaria y agrícola, no solo por sus efectos protectores sobre las células humanas y vegetales, sino también por su potente acción inhibitoria contra microorganismos patógenos y células tumorales.
Se ha demostrado que el nerolidol y los aceites esenciales que lo contienen inhiben el crecimiento de hongos fitopatógenos, como Alternaria sp., Penicillium expansum, Rhizopus stolonifera y Sclerotium cepivorum.
Recientemente, el nerolidol también se ha utilizado solo o en combinación con otros agentes para controlar patógenos poscosecha, como Pectobacterium aroidearum, una bacteria Gram-negativa patógena pectolítica (degrada pectina, componente de las paredes celulares vegetales) que causa pudrición blanda en plantas, principalmente monocotiledóneas, y Botrytis cinerea.
El mecanismo inhibitorio del nerolidol contra los patógenos, al igual que el de otros compuestos sesquiterpénicos, se atribuye a su elevada hidrofobicidad, que le permite penetrar las membranas celulares y alcanzar el citosol interactuando con los componentes celulares.
Botrytis cinerea (Ascomycota) es uno de los hongos patógenos más destructivos, que infecta una amplia variedad de frutas y causa la pudrición gris, lo que genera pérdidas poscosecha sustanciales.
Como necrotrófico típico, B. cinerea destruye al hospedero y absorbe nutrientes mediante la secreción de enzimas degradadoras de la pared celular, metabolitos fitotóxicos y otras señales que desencadenan la muerte celular programada y la maceración de los tejidos.
Las infecciones típicas por B. cinerea ocurren en heridas ocasionadas durante la cosecha, y en condiciones favorables; las hifas se desarrollan y propagan rápidamente, lo que conduce directamente a la formación de lesiones de moho gris.
Las fresas y los tomates son altamente susceptibles a Botrytis cinerea debido a su cutícula delgada, alto contenido de azúcar y rápido ablandamiento. Esta alta sensibilidad no solo convierte a B. cinerea en su principal patógeno poscosecha, sino que también las convierte en frutas modelo ideales para probar fungicidas contra el moho gris poscosecha.
En un estudio reciente fue evaluada la capacidad del nerolidol para inhibir B. cinerea tanto in vitro como in vivo utilizando fresas y tomates cosechados, y se exploró el mecanismo molecular del efecto del nerolidol sobre este hongo mediante análisis transcriptómico.
Los hallazgos revelaron que el nerolidol inhibe el desarrollo y la germinación de esporas de B. cinerea, y controla eficazmente el moho gris en frutos de fresa y tomate.
El análisis transcriptómico reveló que el nerolidol provoca cambios en muchos genes importantes reprogramando las rutas metabólicas de B. cinerea.
Los genes asociados con la función peroxisomal se ven significativamente regulados negativamente, causando la disrupción de la estructura de los peroxisomas, y por lo tanto, la acumulación de peróxido de hidrógeno (H2O2) y de especies reactivas de oxígeno (ROS); estos fenómenos se identificaron como factores que contribuyeron a la actividad antifúngica del nerolidol y reducción del crecimiento de B. cinerea.
*Peroxisomos: son orgánulos presentes en las células eucariotas, implicados en reacciones de oxidación y detoxificación, como la degradación de ácidos grasos y el metabolismo de sustancias tóxicas. Su función principal es convertir el peróxido de hidrógeno (H₂O₂) en agua y oxígeno mediante la enzima catalasa, evitando así la acumulación de sustancias nocivas.
Li, X.; Gao, G.;Tian, S.; Li, B.; Qin, G.; Wang, Y. (2026).
Nerolidol inhibits Botrytis cinerea growth via affecting metabolism and disrupting peroxisome
Postharvest Biology and Technology, 232: 113961.
https://www.sigmaaldrich.com/BR/pt/search/nerolidol?focus=products&page=1&perpage=30&sort=relevance&term=nerolidol&type=product_name Acceso el 08/11/2025.
Imágenes
https://bioprotectionportal.com/pt/resources/botrytis-infections-in-crops-biocontrol/ Acceso el 07/11/2025.
https://www.zerimarlaboratoire.com/pt/post/botrytis-o-fungo-da-podrid%C3%A3o-cinzenta-das-planta%C3%A7%C3%B5es Acceso el 07/11/2025.
2024) https://ehc.usamv.ro/