La uchuva (Physalis peruviana L.), un valioso fruto tropical originario de la región andina, enfrenta un desafío considerable en su comercialización debido a su rápida degradación. Sus características de calidad la hacen altamente perecedera , atribuible a factores intrínsecos como su alto contenido de agua, su tasa respiratoria elevada y su producción de etileno. Esta vulnerabilidad provoca un deterioro acelerado, resultando en altas pérdidas postcosecha, un problema exacerbado por la falta de infraestructura y tecnología adecuadas.
Motivados por la urgencia de prolongar la vida útil de la fruta, investigadores de la Universidad de Nariño, Angie Cecilia Vaca Portillo y Oswaldo Osorio Mora, desarrollaron un recubrimiento comestible cuyo objetivo fue mantener la calidad postcosecha de la uchuva.
El concepto científico no se limita a un mero envoltorio; se cimienta en una capa protectora delgada, comestible y semipermeable, cuya ingeniería molecular está diseñada para gestionar la atmósfera inmediata de la fruta. Su función vital es inhibir o, al menos, reducir drásticamente el intercambio de humedad con el ambiente, así como el flujo de gases cruciales como el oxígeno y el dióxido de carbono, minimizando la pérdida de aromas.
Para lograr esta hazaña de conservación, los investigadores perfeccionaron la fórmula maestra utilizando el sofisticado diseño experimental Box-Behnken. La mezcla resultante se centró en la sinergia de tres componentes naturales:El pilar fundamental es el quitosano. Este biopolímero fue seleccionado por su naturaleza catiónica, demostrada capacidad de ser biodegradable, no tóxico y biocompatible. Más allá de estas cualidades, el quitosano confiere al recubrimiento sus preciadas propiedades antimicrobianas.
Para determinar su eficacia óptima, se experimentó con concentraciones que oscilaron entre el 1,0% y el 2,0% (p/v).A esta matriz se incorporó el glicerol, actuando como un plastificante esencial. Sus concentraciones se establecieron entre 1,0% y 3,0% (p/v). Finalmente, la cera de abeja completó la estructura, aportando robustez y propiedades de barrera. Este componente esencial se probó en proporciones del 1,0% al 3,0%.
Una vez lista la formulación, los frutos de uchuva, cuidadosamente seleccionados en el estado de madurez, fueron sumergidos en la solución final mediante el método de inmersión
El estudio evaluó la capacidad del recubrimiento para estabilizar variables críticas como el color, la firmeza, la tasa de respiración y la pérdida de peso. Los resultados obtenidos permitieron la validación de un modelo óptimo, cuya formulación más efectiva fue determinada en 1,33% de quitosano, 2,14% de cera de abeja y 1,29% de glicerol.
La conclusión principal y el resultado más importante para la hipótesis inicial es que el recubrimiento desarrollado logró mantener las propiedades fisiológicas y físicas de la uchuva hasta por 15 días en almacenamiento a temperatura ambiente. Este logro representa un avance significativo para la cadena de comercialización y exportación de la fruta.
Vaca Portillo, A. C., & Osorio Mora, O. (2023). Recubrimiento a base de quitosano para optimizar la calidad de la uchuva (Physalis peruviana L.). Acta Agronómica, 72(2), 132–138. https://doi.org/10.15446/acag.v72n2.106047