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Investigadores del IHSM determinan un gen clave para la calidad en fresa

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29 Abril, 2021
La identificación de la proteína FaRIF y su papel en la maduración de la fresa permite modificar sus niveles para retrasar o acelerar la maduración, lo que abre la puerta para la mejora de la calidad y la vida poscosecha del fruto   Un grupo de investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora UMA-CSIC han identificado el gen implicado en el control de la maduración del fruto de fresa, un factor muy importante en este tipo de cultivo que afectará a la calidad del fruto. Esta investigación es especialmente relevante para la producción de fresa ya que, a diferencia de otros cultivos, el fruto de fresa es no climatérico y eso implica su recolección y transporte en el punto óptimo de maduración, lo que reduce su vida postcosecha y hace que pierda en poco tiempo propiedades como el color, sabor y textura. El investigador del IHSM David Posé es el director de este trabajo, junto al profesor Victoriano Valpuesta. En él han identificado y caracterizado la proteína FaRIF (Ripening Inducing Factor), que en español se traduce como Factor de Inducción de la Maduración. En este trabajo, se identificó esta proteína, la cual aumentaba sus niveles en el fruto durante el proceso de maduración de manera extraordinaria. Una vez identificada la proteína FaRIF, se generaron plantas con niveles reducidos o aumentados de la misma, lo que producía un retraso o aceleración de la maduración respectivamente. Además, los frutos de estas plantas con niveles alterados de FaRIF presentaron alteraciones en el grado de reblandecimiento del fruto, en la pigmentación, y en la acumulación de azúcares, entre otras características, demostrando que FaRIF es un regulador importante de la maduración. Esta investigación, publicada en la prestigiosa revista The Plant Cell, muestra cómo esta proteína está implicada en el control de diversos procesos asociados a la maduración del fruto, como son la síntesis de azúcares, de compuestos volátiles responsables del aroma, de antocianinas, compuestos responsables del color, y de la degradación de la pared celular para el ablandamiento del fruto, entre otros. Se trata por lo tanto de un regulador esencial con un papel general en el control de la maduración de fresa. Gracias a la identificación de FaRIF y su papel en la maduración de la fresa se pueden modificar estos niveles para retrasar o acelerar su maduración, lo que abre la puerta para la mejora de la calidad y la vida postcosecha del fruto, lo cual podrá ser interesante para su comercialización. Sigue leyendo
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